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RedEco Bodega del Diablo
Boletín cultural de la Red Eco Alternativo
Especial Negro Núñez
Año X Número 96 23 enero 2010
Bodegueros Carlos Carbone y Pablo Marrero
¡Negro Querido !
dimanche 24 janvier 2010, par
Hace apenas unas horas, ayer, viernes 22 de enero, falleció el escritor Juan Alberto Núñez. Sí, el Negro, el eterno luchador, el tallerista, el escritor exquisito, el soñador, el que siempre estuvo presente, el de la gorra pegada a la cabeza, el que nos hizo reír una y mil veces con sus despistes, el bonachón, el amigo, el del corazón más grande que su propio cuerpo. El Negro Nuñez. Es una noticia de mierda que nos lleva de inmediato a esa popular reflexión que dice : “Hay tantos hijos de puta que no se mueren nunca …”. Pero así de injusta es la cosa y hoy nos atragantamos con un puño cerrado de bronca en la garganta.
Hemos tenido el honor de compartir con él infinidades de momentos : militancia, lecturas, encuentros de escritores, proyectos, asados, brindis, la edición de un libro suyo. Varias veces publicamos sus trabajos en la Bodega ; en el último número de diciembre salió un poema y hoy les ofrecemos un relato y una nota sobre el grupo Roberto Arlt, que nos mandó y que íbamos a incluir en la Bodega de febrero. Tenemos un puño cerrado de bronca en la garganta … Pero nos consuela saber que va a estar acá abajo con nosotros, en este infierno tan hermoso, en esta Bodega del Diablo. Aquí podremos seguir disfrutando de sus cuentos, de su sonrisa, de sus despistes, de su inmensa humanidad metida en ese cuerpo tan pequeño. ¡Gracias Negro por todo lo que nos diste ! ¡Gracias por todo lo que nos vas a seguir dando !
Pablo Marrero – Carlos Carbone
Dibujo : Carolina Butron Avalos
Juan Alberto Núñez
Nació en San Nicolás de los Arroyos el 11 de Octubre de 1932 y falleció el 22 de enero de 2010. Cuentista, poeta, novelista y periodista de larga trayectoria en el oeste de la provincia de Buenos Aires, pero con raíces en la mítica Boedo. Allí supo alternar con personajes de la literatura porteña que ya son parte de nuestra historia, como Leónidas Barletta, Elías Castelnuovo, Álvaro Yunque o Raúl Gonzales Tuñón. Hasta su fallecimiento coordinó talleres literarios en el ámbito de la secretaría de cultura de Morón. Además de colaborar con múltiples revistas, lo hizo en especial con “Desde Boedo”. Sus obras editadas : Contracuentos Cuentos Editorial Del Alto Sol (1969), Hay tanta gente que se parece Le Má Ediciones (1994), Café Margot editado por Papeles de Boedo (2002), El telegrama y otros cuentos editado por Hojas Del Caminador (2003) Ella cuentos eróticos Editorial Tirso (2004) (prologado por Isidoro Baistein), El Títere novela Editorial Eco Ediciones (2005) (prologado por Juan José Manauta), Erogasmos Poemario erótico editado en CD (2007) ilustrado por Rita Kafetzis y Carlos Terribili.
Biografía realizada por la gente del Portal de Morón
El grupo Roberto Arlt
Como casi todas las cosas que nos suceden en esta vida, es la única que conocemos, los hechos terminan por adquirir con el tiempo cierta importancia, al menos para nosotros, modestos trabajadores de la cultura zonal. Este grupo se formó allá por el onganiato. Teníamos, y los que quedan la siguen teniendo, toda la polenta sesentista. Nos movilizaban los grupos literarios, las revistas que aparecían trayendo nuevas voces a la poesía, el cuento. El contacto con poetas y narradores ya consagrados en ese momento, pero cuya obra, su compromiso, los ideales, era algo que sentíamos necesidad de compartir. Algunos de nosotros viajábamos semanalmente a la capital, porque allí era donde se estaba cocinando la cosa : “Barrilete”, las revistas de Castillo, los homenajes a los poetas populares, “Hoy en la cultura”, “el juguete rabioso”, por nombrar algunas. Los talleres literarios nos obligaban a trasladarnos en busca de ese alimento que por acá no encontrábamos. Pero un día la casualidad quiso que nos encontráramos gente del oeste que asistía a las lecturas, presentación de libros y regresando en el Sarmiento, poco antes de la madrugada, nos planteamos la necesidad de darle vida acá a eso que íbamos a buscar al centro. Los tiempos para la cultura nunca fueron fáciles ; reunirnos después del trabajo, dar con el lugar, detectar a quienes dentro de la zona tuvieran las mismas inquietudes, demandaba un esfuerzo y no éramos muchos. El primer lugar de trabajo con el taller literario, que todavía no tenía nombre, fue en una inmobiliaria, la del Sr. Deschezarry. Un tipo de esos que vale la pena haber conocido. Allí nos reunimos por primera vez, luego de un trabajo hecho a través de los diarios locales a donde recurrimos con la idea de que sumaran a la publicación una página literaria. Eso nos permitió contactarnos con gente que escribía : Beatriz Pico, Huguito Stangalini, Antonio Aliberti, que en ese entonces dirigía el grupo teatral de la Iglesia de Padua, Haydée Herbon, Jorge López Aguilar, David Ciechanover, y quien esto escribe. Seguramente algunos de esos compañeros, entre los muchos que pasaron por aquel taller, se me escapan, pero las reuniones, al menos las primeras, fue más de conocimiento personal. Lecturas. Conocimientos de poetas y narradores, y posteriormente análisis y comentario sobre lo que uno hacía. Eran discusiones amigables, pero precisas y sin condicionamientos alguno. Se invitaba a escritores y en medio de todo eso se discutió el nombre del taller. ¿Poeta, narrador, argentino, europeo ? Se barajaron muchos apellidos, u obras, hasta que se llegó al acuerdo de llamarlo “Roberto Arlt”. Para esos momentos ya estábamos en el negocio de Nino Aliberti. Nos reuníamos una vez por semana y se dio inicio a una suerte de ediciones del Grupo. Para eso contamos, tras las gestiones correspondientes, de una cooperativa zonal. La idea era publicar, crear una cuenta en la misma con la venta e ir desarrollando un fondo que nos posibilitara una edición más o menos continua. Pero el “Rodrigazo” puso fin a nuestras ilusiones, aunque a la vez, alimentó la idea de encarar el trabajo de una forma más colectiva y amplia. Cómo en la zona habían desaparecido infinidad de diarios, se planteó la posibilidad de recurrir a los comerciantes del Oeste que tenían necesidad de seguir publicitando su comercio, hacerlo a través de una revista. Así nació “Oeste”, una experiencia de tipo literaria-cultural que nos exigió poner el taller en un contexto mucho más abarcativo El grupo tenía, ahora, su taller, pero llevaba a cabo una tarea mucho más integrada a la comunidad. Se llegaron hacer talleres de cerámica ; los domingo por la mañana, cine para chicos y para adultos a la noche. Feria del libro, exposiciones de artista locales, pero como todo era gratuito, no faltó aquel que sembrara la sospecha de que se escondía algo, y ante ese recelo optaron por cerrarnos las puertas. La revista había llegado ya a la capital, y las colaboraciones iban poniendo de relieve la riqueza literaria, ensayística, poética de la gente joven. La misma revista había creado un taller literario juvenil que funcionaba los sábados a la tarde. Fueron esas nefastas presunciones, el “por algo será” que había hecho carne en mucha gente, tal vez, honesta, pero que retrocedía ante un temor que se diseminaba desde el poder, fueron esas y otras cosas las que nos obligaron a salir en busca de lugares más propicios a nuestros propósitos. En el grupo había gente de todos los matices políticos, y los que conocían nuestra labor nos alentaban a continuar con lo nuestro. Por ese entonces se comenzó a trabajar con un señor llamado Paludi. Él era uno de esos seres que amaba lo que hacía y sobre todo la cultura en sus diferentes aspectos, se le ocurrió instalar una carpa en las plazas públicas, dando cabida en la misma, a distintas editoriales, artistas del lugar, escritores, gente de teatro, músicos, titiriteros, en fin, toda una gama de actividades que él quería sumar a las que la familia buscaba al ir a una plaza. A esa labor nos sumamos nosotros, y con él recorrimos Moreno, Merlo, Morón, Castelar, Hurlingham, Palomar, Tesei. Allí se hacían mesas redondas, teatro, presentación de libros, exposiciones, con charlas sobre pintura, reconocimiento a autores o artistas del lugar, y alguna vez las espuelas recibieron nuestra visita. Fue una época de crecimiento, y en gran parte se prolonga aún en la labor que continuamos llevando adelante aquellos que en algún momento integramos el Grupo “Roberto Arlt”.
Juan Alberto Núñez
Al borde de la nada
Se besaban con ferocidad canallesca. Sin el menor atisbo de piedad. Mordiéndose. Sin una pizca de misericordia del uno para el otro. La necesidad de gozar parecía cegarlos. Como si ese tiempo en que se alejaron lo hubieran utilizado para agudizar sus garras, para hacer más punzantes sus colmillos. Ella abría la boca como para que él entrara rápidamente en su cuerpo, como a una catedral hecha con ladrillos del más frenético deseo, y él abría la suya para hacer de ella ese bocado apetitoso que tanto había deseado. Sus lenguas eran dos delfines luchando, alternativamente, dentro de ese acuario de aguas revueltas. Las manos de uno se ajetreaban en desnudar al otro. Sin nada ya, enardecidos, uno delante del otro, al borde del delirio, ella o él, uno de los dos, busca con su boca el sexo del otro. Es una discusión feroz, un intercambio salvaje de insultos, dos enardecidas bestialidades atrozmente empeñadas en inmolar al otro. Una plática entrecortada, furiosa. Un monólogo a dos voces que deja a ambos amodorrados, como si un cataclismo planetario los hubiera arrojado, desvalidos, al borde de la nada.
Juan Alberto Núñez
Quienes quieran contactarse con Eco Ediciones, para pedir presupuesto de publicación y/o adquirir las ediciones publicadas enviar un mail a ecoediciones@redeco.com.ar
"Eco Ediciones"
Títulos publicados
*Ellos - de Magalí Garcea.
*Canto Poema en Flor - de Héctor Celano.
*Bodegueros del Diablo - de Carlos Carbone y Pablo Marrero.
*Los sueños no se inflaman - de Suyai Malen García Gualda.
* Réquiem in pax - de Mauricio H. Andujar.
* Marrón y Plata - de Lina Avellaneda.
* La nieta del presidente - de Corina Avellaneda.
* + de 100 tangos nuevos - de Letrango.
* El Títere - de Juan A. Núñez.
* En la ciudad de Las Artes - de Marcelo Rodriguez.
* Cuentos para matar ... el tiempo - de Emilio Fernández Cordón.
* Caminos - de Jorge Asterión.
* Pasajeros del penúltimo Tren - Poemas y cuentos sobre rieles - de Carlos Carbone Gabriela Delgado Emilio Fernandez Cordón Pablo Marrero.
* Leyes del Terror. Investigación Red Eco Alternativo.
* ... Y dáelo al fuego. Sonnia de Monte.
* Doceciudadanos + uno- de Carlos Carbone.
* Cuentos para matar ... te - de Emilio Fernández Cordón.
* Medanales : crónicas y desmemorias - de Gabreiel Impaglione.
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