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Víctor-M. Amela a Moussa Ag Assarid
Argenpress Cultural 1 de octubre de 2009
Entrevista a un tuareg [04/10/09]
dimanche 4 octobre 2009, par
"No sé mi edad : Nací en el desierto del Sahara, sin papeles ...! Nací en un campamento nómada Tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores Tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo".
¡Qué turbante tan hermoso...!
"Es una fina tela de algodón : permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través".
Es de un azul bellísimo ...
"A los Tuareg nos llamaban los hombres azules por esto : la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados ...".
¿Cómo elaboran ese intenso azul añil ?
"Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los Tuareg, es el color del mundo".
¿Por qué ?
"Es el color dominante : el del cielo, el techo de nuestra casa".
¿Quiénes son los Tuareg ?
"Tuareg significa abandonados, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso : señores del desierto, nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh".
¿Cuántos son ?
"Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece ... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía !", denunciaba una vez un sabio : yo lucho por preservar este pueblo".
¿A qué se dedican ?
"Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio ...".
¿De verdad tan silencioso es el desierto ?
"Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo".
¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez ?
"Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba ... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre ... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él !".
¿Sí ? No parece muy estimulante ...
"Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes : a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas ... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes : te llevará a donde hay agua".
Saber eso es valioso, sin duda ...
"Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor !".
Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no ?
"Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos ! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es !".
¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa ?
"Vi correr a la gente por el aeropuerto ... ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena ! Me asusté, claro ...".
Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja ...
"Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas : ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer ?, me pregunté ... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida : vi correr el agua ... y sentí ganas de llorar".
Qué abundancia, qué derroche, ¿no ?
"¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua ! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso ...".
¿Tanto como eso ?
"Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos ... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió ... ¡Ella lo era todo para mí ! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo".
¿Qué pasó con su familia ?
"Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa ... Entendí : mi madre estaba ayudándome ...".
¿De dónde salió esa pasión por la escuela ?
"De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro : El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo ...".
Y lo logró.
"Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia".
¡Un Tuareg en la universidad ...!
"Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella ... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas : allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra ... Aquí, por la noche, miráis la tele".
Sí ... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí ?
"Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose ! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa ... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué ? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie !".
Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
"Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol : baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde ...".
Fascinante, desde luego ...
"Es un momento mágico ... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor ... La calma nos invade a todos : los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor ...".
Qué paz ...
"Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo".
Messages
13 octobre 2010, 00:11, par Guadalupe Yaujar
Gracias. Las respuestas del entrevistado hablan de lo simple,hermoso y humano que deberia ser la vida en la tierra. Para unos, con miles de dificultades y carestias, y para otros de total agresion al Planeta y la vida humana. Me fascino la entrevista tambien por la originalidad de un tema casi nulo o manipulado en los medios comunicativos.